EL PAPA Y SUS OBISPOS: las visitas AD LIMINA

Con su encuentro del domingo 3 de marzo con los obispos de Italia, el Papa Benedicto XVI completó en sus siete años de pontificado las visitas ad limina de todos los obispos del mundo a la Sede Apostólica. 

Según el Código de Derecho Canónico cada obispo diocesano tiene la obligación de cumplir con la visita ad limina apostolorum para encontrarse con el Papa reinante y rezar ante la tumba de San Pedro. 

Se trata de una visita que se realiza cada cinco años con la misión de informar al Papa del estado de las diócesis de las que son responsables y venerar los sepulcros de los apóstoles Pedro y Pablo. 

Fue el Papa Pío X el que decidió que se realizasen estas visitas, fue en 1909. Comenzaron a realizarse en 1911. En el primer año del quinquenio el informe debe ser enviado por los obispos de Italia y de los obispos de las islas de Córcega, Cerdeña, Sicilia, y Malta; en el segundo año, los obispos de España, Portugal, Francia, Bélgica, Holanda, Inglaterra, Escocia, y Irlanda; en el tercer año, por los obispos de los Imperios Austrohúngaros y alemanes y el resto de Europa; en el cuarto año, por los obispos de toda América; en el quinto año, por los obispos de África, Asia, Australia, y las islas adyacentes.

*Un artículo elaborado por Sergio Escalera Aicua, subdirector de la Escuela Internacional de Protocolo de Valencia